A la hora de hacer networking en un evento o cuando nos presentamos por primera vez a un potencial socio o cliente, es importante asegurarse un inicio convincente en nuestra presentación. La forma más sencilla de hacer esto es preparándose lo que se llama elevator pitch.
En este artículo explicaremos una serie de ideas y consejos con el que elaborarás tu elevator pitch de la forma más eficaz y convincente posible.
¿Qué es un elevator pitch?
Elevator pitch significa “discurso de ascensor”. Tiene ese nombre por la duración que debería tener: no más de un minuto. Esta técnica discursiva sirve para presentar de forma sencilla, rápido y breve un servicio, empresa o, como en este caso, a uno mismo.
Contar con un buen elevator pitch de uno mismo puede ser una garantía para mostrar una actitud profesional ante el interlocutor, mostrando los puntos fuertes previamente pensados y correctamente expresados. Tener este recurso preparado puede ser realmente valioso a la hora de aprovechar oportunidades inesperadas, al hacer networking o en una entrevista de trabajo.
De hecho, es interesante preparar un elevator pitch para las entrevistas, ya que siempre saldrá la pregunta “cuéntame de ti”. ¿Qué mejor forma que este recurso para contar quién eres, tus antecedentes y lo que esperas de tu futuro laboral? Este discurso lo puedes reutilizar incluso en tu currículum o en una carta de presentación.
¿Cuándo es útil utilizar un elevator pitch?
Si aún dudas de su utilidad, te contamos varias situaciones donde un elevator pitch podría marcar la diferencia.
En tus perfiles profesionales online
Si tienes una cuenta activa de LinkedIn o de cualquier otra red profesional, incluye en tu descripción el elevator pitch que hayas preparado sobre ti. Ayudará a presentarte ante potenciales clientes, inversores, headhunters y reclutadores.
¡Tendrás más posibilidades de que te lleguen oportunidades afines a tus intereses si las especificas en tu descripción!
En eventos profesionales
Un elevator pitch es fundamental para romper el hielo en el networking y mostrar una proactividad profesional. ¡Te sorprenderás de la cantidad de profesionales que conocerás que te darán consejos, que mostrarán conexiones con lo que te gusta o que podrían tener una oportunidad para ti!
Y también podría ser al revés: podrías encontrar a alguien a quien ayudar compartiendo tu discurso, si es alguien que quiere obtener una experiencia similar a la tuya.
Networking entre compañeros de trabajo
En algunas empresas grandes, incluso con miles de empleados, puede ser útil un elevator pitch para presentarse ante tus compañeros de trabajo.
Por ejemplo, cuando tienes una reunión con un equipo con el que no habías trabajado antes. Siempre hay unos minutillos antes de la reunión que puedes aprovechar para marcar la diferencia.
También puede ser interesante tener preparado un pitch para el primer día en un trabajo nuevo.
En una feria de empleo
En las ferias, tienes muy pocos minutos para hablar con cada empleador. Aprovechar esos minutos al máximo es de vital importancia si quieres marcar la diferencia en tu paso por dicha feria.
Con un elevator pitch te aseguras de que los empleadores reciben los mensajes que más te interesa que recuerden. Esto te ayudará a preparar tu primera impresión ante ellos y destacar ante otros candidatos.
Lo normal es que, tras el intercambio de nombres y el apretón de manos, te pregunte sobre ti. ¡Aprovecha esos minutos!
¿Cómo redactar un elevator pitch?
Básicamente, un elevator pitch de ti mismo deberá hablar sobre quién eres, qué haces y qué te gusta hacer. Veamos paso a paso cómo tienes que redactarlo:
1. Preséntate
El primer paso será presentarte. Eso requiere que digas tu nombre completo, que saludes a tu interlocutor, un apretón de manos… Lo típico, vaya. Empieza de la manera más conversacional posible. De esta forma, tu elevator pitch no resultará agresivo.
2. Cuenta de forma resumida a qué te dedicas
En este punto, puedes dar una breve síntesis de tus antecedentes laborales o de formación. Incluye sólo lo que sea clave y relevante para tu discurso.
Lo normal es que al principio no sepas qué poner o quieras incluirlo todo. Escríbelo todo en un papel y, cuando termines, tacha lo que no sea absolutamente imprescindible. Imprescindible será lo que expliquen por qué haces lo que haces, que está en consonancia con lo que buscas. Plantéate también el tipo de interlocutor que tendrás y lo que le puede interesar, para resaltar esa parte de tu background en tu elevator pitch.
Pongamos un ejemplo:
“Hola, me llamo Manuel, ¡encantado! Soy director de cuentas de Agencia-Muy-Guay. Estudié publicidad y marketing y siempre me ha encantado ese mundo. Pero, tras 5 años de experiencia, lo que realmente me encanta es la coordinación de equipos. Ahora estoy estudiando un MBA para potenciar esa faceta.”
3. Cuenta lo que buscas
En esta parte del elevator pitch deberás explicar lo que tienes que ofrecer. Tanto si buscas trabajo como si sólo quieres hacer contactos, explica el valor que le puedes dar a tu interlocutor (por qué eres el candidato perfecto para el puesto, qué puedes aportar en un proyecto, etc).
Si volvemos al ejemplo del elevator pitch de Manuel, podría explicar su objetivo de esta forma:
“Hola, me llamo Manuel, ¡encantado! Soy director de cuentas de Agencia-Muy-Guay. Estudié publicidad y marketing y siempre me ha encantado ese mundo. Pero, tras 5 años de experiencia, lo que realmente me encanta es la coordinación de equipos. Ahora estoy estudiando un MBA para potenciar esa faceta. He leído que estáis formando un nuevo departamento para gran consumo y que estáis contratando nuevo personal. Me encantaría poder formar parte de él y aportar mi experiencia gestionando equipos.”
4. Termina el elevator pitch con un Call To Action
El final del elevator pitch debe dejar claro lo que esperas de tu interlocutor. Si quieres una reunión, te interesa un trabajo o cualquier otro objetivo, exprésalo. Sin embargo, suaviza la petición.
Por ejemplo, en el ejemplo de Manuel, en vez de preguntar “¿Me podrías conseguir una entrevista?” podría decirle “¿Crees que es posible que te dé mi CV para que lo facilites al encargado de ese proceso de selección?”. O, si quisiera ser más sutil, podría preguntarle “¿Crees que mi perfil encajaría con el proyecto?”.
Por supuesto, si acceden a ayudarte, agradece su tiempo y su esfuerzo. No te olvides de pedirle un teléfono de contacto o una forma de darle seguimiento.
Si tu interlocutor no parece receptivo a lo que le pides, dale las gracias igualmente y dile que quizá en otro proyecto podáis estar en contacto.
Claves al utilizar un elevator pitch
Una vez tengas tu discurso redactado, empieza pulirlo y a ensayarlo. ¿Cuenta lo más relevante de ti? ¿Te define bien? ¿Hay algo que podría quitarse? ¿Suena natural cuando se lee en alto?
Es el momento de practicarlo, de enseñarlo a un amigo y que dé un feedback valioso para mejorarlo. A la hora de practicarlo, ten en cuenta estas claves:
El elevator pitch es breve por definición
Tiene que poderse decir entero en un viaje de ascensor. Por lo tanto, deberás restringir el discurso a un máximo de 30 o 60 segundos. ¡Elige bien lo que añades al discurso!
Practica con otras personas
Practicar es una parte fundamental para memorizar tu pitch y para que suene natural. No dejes de practicar hasta que consigas un tono conversacional. Si suena robótico, tu discurso perderá eficacia y no sonará muy convincente.
Tómate tu tiempo
Que el elevator pitch sea algo breve, no significa que tengas que darte prisa en decirlo. Intenta que no supere las 75 palabras para poder utilizarlo con tranquilidad, haciendo un discurso digerible.
Que parezca una conversación
Recuerda la estructura del pitch, pero no la memorices. Esto te ayudará a darle naturalidad. Añade coletillas para asegurarte de que el interlocutor te escucha y que está entendiendo todo lo que le cuentas. De esta forma, te será más sencillo adaptarte a la persona con la que hablas.
Comparte tus habilidades
Aunque podrás comentar tu formación (si es relevante, claro) tus habilidades también importan. Si lo que te gusta es aprender cosas nuevas, porque eres autodidacta y se te da bien, hazlo saber. Todo lo que le dé valor a tu perfil es susceptible de ser añadido en tu elevator pitch.
Confía en tu discurso
Lo más importante del elevator pitch es decirlo con confianza. Estás contando hechos, lo que realmente eres. Dilo con confianza y transmítelo así a tu interlocutor. Ponte recto y sonríe mientras hablas. Modula tu tono de voz e intenta que sea uniforme y seguro durante todo el discurso.
Si no hay predisposición por parte de tu interlocutor, mantente positivo
Es posible que el interlocutor no muestre empatía, no quiera escuchar tu pitch o no acceda a lo que le pides. Si es así, muestra empatía y dale pie a que hable de él o que te presente a alguien más adecuado para tu perfil. Lo importante es que muestres educación y no negatividad ante ese rechazo.
Ten siempre una tarjeta preparada
Al final de cada discurso que hagas, ten siempre una tarjeta con tus datos de contacto preparada. Tanto si el interlocutor ha sido empático con tu mensaje como si no ha querido escucharlo, no dejes de repartirla. Es una forma de terminar la conversación (¡que no siempre es fácil y así evitarás momentos incómodos!) y de entregar un contacto para “pedir” proactividad en lo que hayas solicitado.
Errores comunes durante el elevator pitch
No hablar de forma natural
Es posible que te sientas tentado a “recitar” tu pitch. Esto hará el discurso se vea forzado ya que tiene que parecer una conversación. Una forma que ayuda a no recitar de memoria el pitch es apuntar únicamente las ideas principales y construir la frase de forma natural mientras hablas.
Si esto no te hace sentir seguro, memoriza el discurso entero. Pero practícalo. No dejes de practicarlo hasta que suene natural.
Hablar demasiado rápido
Es un error frecuente “vomitar” el elevator pitch. Por ello, es importante ralentizar el discurso y hacer pausas entre ideas. De esta forma, te asegurarás de que el interlocutor no pierda información importante. Así que ¡respira hondo antes de empezar a hablar!
No tener un elevator pitch genérico
Es normal que no todas las ocasiones o interlocutores encajen en tu elevator pitch genérico. Sin embargo, un elevator pitch genérico te permitirá estar preparado en cualquier circunstancia.
Sobre ese primer discurso, podrás hacer adaptaciones según el público o la ocasión en la que te encuentres. Siempre es más fácil adaptar sobre la marcha un detalle que empatice con el interlocutor a cambiar el enfoque entero del discurso.
No utilizar un lenguaje sencillo
Utiliza un lenguaje sencillo, con frases relativamente cortas. Se trata de que cualquier público lo pueda entender y recordar, por lo que deberás evitar términos demasiado especializados o técnicos. Es importante que el discurso se adapte al nivel de conocimiento de cualquier profesional, para permitirles hacerte preguntas de seguimiento o, simplemente, tener una conversación normal contigo.
Así que, a no ser que sea una entrevista técnica, la jerga del sector ahórratela.
Los elevator pitch son un recurso extremadamente útil en numerosas ocasiones. Pueden ser los detonantes de un contacto interesante o de una oportunidad laboral. ¡No dejes de trabajar en ello!
Si el post te ha resultado interesante, te recomendamos leer este post para mejorar tu habilidad al hablar en público.