Para muchos, hablar en público es algo innato. Sin embargo, para la mayoría requiere de práctica para poder desenvolverse con naturalidad en un discurso. En este artículo, explicaremos algunas técnicas para hablar en público que pueden serte de utilidad a la hora de vencer el miedo escénico.
Técnicas para hablar en público
Una buena preparación con las técnicas para hablar en público te ayudará a prevenir el miedo escénico y a ser más convincente:
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Establece el objetivo de la charla
Imagina que un periodista para a uno de tus espectadores en la salida y le pregunta de qué ha tratado la charla. ¿Qué frase te gustaría que dijese?
Una vez la tengas clara, desarrolla los pasos o puntos que pivotan alrededor de esa idea. Te ayudará a ordenar tu speech.
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Define qué esperas del espectador
Si buscas una reacción por parte del espectador, tenla clara desde el principio.
Por ejemplo, si lo que esperas es que te contraten como consultor SEO, explícales los problemas SEO más frecuentes en las empresas, cómo los solucionas y casos de éxito.
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Ten claro cómo aportar valor con tu discurso
Aunque tu objetivo final sea vender, tienes que esforzarte por hacerlo de una forma en la que des valor a tu audiencia. Los espectadores deberán salir de la sala sintiendo que han aprendido algo nuevo.
Volvamos al ejemplo del consultor SEO que quiere vender sus servicios. Explica cómo hacer una auditoría SEO, problemas técnicos básicos y cómo solucionarlos. En dicho discurso, podrás explicar que ciertos puntos “se abordan en tu curso de SEO avanzado”.
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Las diapositivas son un apoyo, no son parte del discurso
Existen estudios que dicen que las presentaciones tipo “Prezi” son más efectivas por su dinamismo que las de PowerPoint. Sea como sea, lo importante es que no uses párrafos largos en cada diapositiva. Es más, lo interesante es usar -como mucho- palabras clave.
El uso de una simple palabra clave o sólo mostrar un esquema del hilo del discurso puede ayudar a la audiencia a organizar la información que está recibiendo, sin distraerse en leer diapositivas.
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Practica delante de otras personas
Presenta tu discurso a otras personas de confianza.
Obtén feedback de compañeros o amigos que te ayuden a mejorar los puntos flojos de la presentación o trabajar en aquellos apartados que echan en falta.
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Mantente hidratado
Puede parecer algo ajeno a tu presentación, pero estar hidratado hará que cuides tu voz y que no tengas esa sensación de “garganta seca”.
Algunos profesionales que trabajan técnicas para hablar en público te dirán que incluso puede ser bueno preparar las pausas donde beberás un trago de agua y prevenir la sequedad en la boca. Hablar despacho y hacer pausas es una buena práctica. ¡Aprovéchalas para mantenerte hidratado!
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Infórmate sobre la audiencia
Entérate del perfil de personas que acudirán a tu charla. Y si puedes conocerlas antes de tu discurso, mejor que mejor.
Esto no sólo te ayudará a calmar los nervios, sino a ver qué tipo de preocupaciones tienen o lo que les ha motivado a asistir. ¡Esa información te puede dar para más de una anécdota en tu speech!
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Respira antes de empezar a hablar
Cuando subas al escenario, ve hacia el centro e inspira y expira aire profundamente. No arranques a hablar antes de estar listo. Asegúrate de que el público se ha dado cuenta de tu presencia y de que empieza la ponencia.
Una vez te sitúes, empieza con voz decidida. Situarte antes de hablar te ayudará a mantener el mismo tono durante todo tu discurso.
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Cómo empiezas importa
Es bastante habitual que el orador comience con una excusa por si la charla “no es todo lo buena que le hubiera gustado”. Esto sólo demuestra poco respeto hacia tu audiencia, que te han dado parte de su tiempo para escucharte.
No empieces con excusas que puedan bajar las expectativas de tu discurso. Al contrario, intenta generar una conversación con la audiencia, evitando memorizar tu discurso.
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Personaliza la teoría
Si hay algo que siempre funciona es pasar la teoría a una historia -personal o no- que permita entender mejor lo que intentas trasmitir.
Además de ser mucho más sencillo de entender que los datos “en frío” de una tabla, permitirá que recuerden tu discurso por mucho más tiempo.
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No te disculpes de los errores
Un orador no debe estar disculpándose de cada error o detalle que no salga como lo ensayado. ¿Por qué?
Porque lo más normal es que la audiencia ni se haya dado cuenta, y acabas visibilizando innecesariamente los pequeños errores.
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Si te hacen una pregunta, repítela
Esta técnica es importante por dos razones: la primera, por si alguien en la audiencia no ha podido escuchar el planteamiento.
Y, la segunda y más importante, porque te dará tiempo para pensar y organizar tu respuesta.
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Los vídeos y GIF en su justa medida
Aunque son formas de “descargar” la presentación y de volver a captar la atención de tu público, sólo inclúyelas cuando tengan sentido en la narración que estás haciendo.
Si no, podrían tener el efecto contrario, distrayendo a tu audiencia de los puntos importantes.
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Sé puntual
Puntual al empezar y puntual al terminar, la audiencia lo agradecerá.
Agradece a tu audiencia que te haya acompañado dedicando parte de su tiempo a escucharte.